La producción de frijol pinto en México enfrenta retos crecientes derivados del cambio climático, la escasez de agua y las fluctuaciones de temperatura típicas del ciclo primavera-verano. En el sur de Sonora, donde se han establecido en promedio 6 500 ha de cultivo anual, el 15 % corresponde a variedades de frijol pinto moteado. Con un consumo nacional de 450 000 t, de las cuales 350 000 t (85 %) se importan de EE. UU., resulta estratégico adoptar tecnologías que incrementen la productividad, reduzcan el uso de agua y mejoren la calidad del grano. El riego por goteo, junto a variedades adaptadas como Pinto Saltillo, Pinto Salinas y Pinto Rarámuri, se presenta como una solución integral para enfrentar estos desafíos.
Contextualización del cultivo de frijol pinto en Sonora
El frijol pinto es un elemento básico de la dieta mexicana y su demanda crece año con año. En el sur de Sonora, la expansión de este cultivo ha permitido diversificar la oferta agrícola local, pero también ha expuesto a los productores a variaciones climáticas extremas. Durante el período de siembra, las temperaturas promedio oscilan entre 11.6 °C y 15.3 °C, con mínimas de 1.3 °C a 7.6 °C. Estas condiciones, unidas a la humedad del suelo, retrasan la emergencia y prolongan la exposición a patógenos radiculares, lo que puede reducir la densidad de plantas y afectar la uniformidad del cultivo. A medida que el ciclo avanza, los picos de más de 36 °C y los vientos secos comprometen la polinización y la formación de granos, acortando el período crítico de llenado de vainas y provocando pérdidas de rendimiento.
Desafíos del ciclo primavera-verano y su impacto en el cultivo
El ciclo primavera-verano en Sonora se caracteriza por un incremento progresivo de la temperatura, estimado en 0.2 °C por campaña debido al cambio climático. Este aumento, aunque aparentemente leve, modifica el desarrollo fenológico del frijol pinto: desde la emergencia tardía hasta la floración acelerada y el llenado incompleto de granos. A su vez, la presencia de plagas como la mosquita blanca y trips, favorecidas por las condiciones cálidas, complica el manejo fitosanitario. Estas plagas atacan las hojas y generadores de savia, reducen la fotosíntesis y pueden transmitir virus que merman la calidad del grano. Ante este panorama, la implementación de riegos presurizados y el uso de variedades adaptadas se vuelven importantes para mitigar riesgos y garantizar un ciclo productivo óptimo.
Ventajas del riego por goteo en la producción de frijol pinto
El riego por goteo ha revolucionado las prácticas agrícolas en zonas de clima semiárido como el sur de Sonora, no solo por su efectividad en el uso del agua, sino por su capacidad de adaptarse a cultivos sensibles como el frijol pinto. Una de sus principales ventajas es que permite suministrar agua de forma controlada directamente en la zona radicular, lo cual minimiza la evaporación superficial y maximiza la absorción hídrica por parte de las plantas, siendo especialmente importante durante los primeros 20 a 30 días después de la siembra, etapa en la que el frijol es más susceptible a enfermedades fúngicas asociadas a encharcamientos o falta de aireación.
Además, este tipo de riego permite sincronizar con precisión el suministro de agua con los requerimientos fisiológicos del cultivo en cada etapa de desarrollo. Por ejemplo, durante la floración y el llenado de vainas, dos fases críticas para la definición del rendimiento, se puede mantener un nivel constante de humedad sin sobresaturar el suelo. La regulación hídrica ayuda a evitar el aborto floral, mejora la tasa de cuajado de vainas y promueve una maduración más uniforme del grano.
Otra ventaja destacable es la posibilidad de integrar el sistema de fertirriego. Mediante esta técnica, los fertilizantes se disuelven en el agua de riego y se aplican de manera más eficiente y homogénea, reduciendo pérdidas por lixiviación y optimizando el uso de insumos, así, no solo se mejora el aprovechamiento de nutrientes, sino que también se reduce el impacto ambiental de la fertilización convencional.
Desde una perspectiva de sostenibilidad, el riego por goteo permite un ahorro de agua superior al 40 % en comparación con otros métodos tradicionales como el riego por gravedad, lo que es particularmente valioso en una región donde la disponibilidad hídrica se ve cada vez más comprometida por el cambio climático. A ello se suma la posibilidad de automatizar el sistema, reduciendo la necesidad de mano de obra intensiva, y mejorando así la efectividad del cultivo. Todo esto convierte al riego por goteo en una herramienta indispensable para maximizar los recursos y enfrentar los retos de producción actuales y futuros del frijol pinto.
Costos y beneficios económicos del sistema de riego por goteo
Aunque la instalación de un sistema de riego por goteo requiere una inversión inicial significativa por hectárea, sus beneficios económicos a mediano y largo plazo compensan ampliamente ese desembolso. En situaciones como la de Sonora, donde los recursos hídricos son limitados y las temperaturas extremas pueden afectar severamente la productividad, esta tecnología permite alcanzar rendimientos más altos y estables. El costo promedio de producción del frijol pinto bajo este sistema ronda los $31,138 MXN por hectárea, pero la rentabilidad mejora sustancialmente debido al incremento en la calidad del grano y a la reducción de pérdidas por estrés hídrico o enfermedades.
Un factor importante que hace viable esta inversión es la multifuncionalidad del sistema. El equipo instalado no se limita a un solo cultivo, sino que puede ser reutilizado en ciclos posteriores o en otros cultivos de mayor valor comercial, como tomate, chile, melón o sandía. Lo cuál convierte la instalación inicial en un activo agrícola de alta versatilidad, cuya vida útil puede extenderse hasta 10 años si se le da un mantenimiento adecuado.
Además, el uso del sistema reduce costos indirectos asociados al manejo tradicional del agua, como el pago de jornales para apertura de surcos, control manual de riegos o pérdidas por escurrimientos. En paralelo, se reduce el consumo de fertilizantes gracias a la posibilidad de dosificarlos con precisión, aplicando solo lo necesario en el momento justo mediante el fertirriego. Esta capacidad en el uso de insumos no solo reduce costos, sino que también tiene un efecto positivo sobre la calidad del suelo y la salud del ecosistema agrícola.
Desde el punto de vista comercial, la producción de frijol pinto de alta calidad permite acceder a mercados más exigentes y obtener precios diferenciados. El grano con mejor presentación, tamaño uniforme y mayor peso específico es preferido por compradores nacionales e internacionales, lo que puede representar una mejora directa de la rentabilidad por tonelada producida.
Estos elementos configuran un modelo de producción agrícola más rentable, resiliente y tecnificado, en el que el productor no solo mejora su margen económico, sino que también fortalece su capacidad de enfrentar ciclos agrícolas inciertos y exigencias de mercado cada vez más rigurosas.
Variedades recomendadas y su adaptación al riego por goteo
Para maximizar los beneficios del riego por goteo, es fundamental elegir variedades con buen desempeño en condiciones presurizadas y fluctuaciones térmicas. Las cultivares nacionales Pinto Saltillo, Pinto Salinas y Pinto Rarámuri han demostrado adaptación al sur de Sonora, presentando buen índice de llenado de grano y resistencia moderada a estrés hídrico. Bajo riego por goteo, estas variedades aprovechan al máximo el aporte constante de agua, minimizando las pérdidas por estrés y aprovechando la fase crítica de llenado para producir granos uniformes y de alta calidad. La combinación de tecnología de riego y genética local es importante para enfrentar los desafíos del cambio climático y satisfacer la creciente demanda nacional.
Yamuni y la optimización del riego por goteo
En el ambiente agrícola de alta exigencia técnica, Representaciones Agroindustriales Yamuni destaca por la capacidad de ofrecer soluciones completas y adaptadas a las necesidades de los productores de frijol pinto. Con más de tres décadas de experiencia, en Yamuni no solo distribuimos equipos, sino que brindamos un acompañamiento integral desde la asesoría inicial hasta la instalación y mantenimiento de sistemas de riego presurizado. Esto incluye bombas de inyección, válvulas especializadas, flujómetros, conexiones, filtros de línea y equipos de fertirrigación de alta precisión.
Uno de nuestros mayores aportes es la capacidad logística: gracias al amplio stock en bodegas ubicadas estratégicamente en Los Mochis y Culiacán, y al sistema de distribución con cobertura nacional, es posible realizar envíos el mismo día, incluso ante situaciones de urgencia en campo. La capacidad de respuesta rápida es crítica en la agricultura tecnificada, donde los retrasos pueden significar pérdidas considerables de rendimiento o calidad.
Además, en Yamuni ponemos especial énfasis en la capacitación técnica del agricultor. No se trata únicamente de vender un equipo, sino de garantizar que el productor sepa cómo operarlo correctamente, cómo medir la humedad del suelo, cómo configurar las dosis de fertilización, y cómo mantener el sistema para prolongar su vida útil. En este sentido, somos un verdadero socio que ayuda a mejorar la capacidad y la sostenibilidad de los sistemas de riego.
La diversificación de nuestro catálogo también permite que el productor encuentre en un solo lugar todo lo necesario para su operación, desde tanques de almacenamiento y mangueras resistentes hasta componentes para sistemas de NH3 o aplicaciones de alta presión. Esta integralidad evita recurrir a múltiples proveedores y permite una mayor coherencia en la implementación del sistema agrícola, tanto en campo abierto como en cultivos protegidos.
En Yamuni no solo proporcionamos equipamiento agrícola de calidad, sino que nos hemos consolidado como un agente facilitador del cambio tecnológico en el campo mexicano, ayudando a que prácticas como el riego por goteo se conviertan en herramientas accesibles, efectivas y permanentes dentro del esquema de producción del frijol pinto.
El riego por goteo se perfila como una tecnología esencial para la producción de frijol pinto en el ciclo primavera-verano de Sonora: permite optimizar la humedad en el suelo, mejorar rendimientos superiores a 2.5 t/ha, ahorrar hasta un 40 % de agua y elevar la calidad del grano.
La adopción de variedades nacionales adaptadas, junto al apoyo de empresas especializadas como Yamuni, fortalece la competitividad del sector agrícola frente a los retos del cambio climático y la alta dependencia de importaciones.
Es así que desde Yamuni entendemos que la combinación de innovación tecnológica, genética local y asesoría profesional es la ruta para consolidar una producción sostenible, rentable y capaz de abastecer la creciente demanda de frijol pinto en México.